Revistero de noviembre

A punto de dejar atrás el mes noviembre, creo que es un buen momento para compartir con vosotros algunas sesiones fotográficas que han publicado diversas revistas recientemente y que han llamado mi atención. Como suele ser habitual, la temática de estas sesiones tienen mucho que ver con mis gustos fetichistas, sin olvidar que las protagonistas son mujeres, modelos o actrices, todas ellas espléndidas, vistiendo diferentes prendas fabricadas en cuero y vinilo, principalmente. En esta ocasión, además hay una particularidad que últimamente he visto que predomina en los editoriales de moda: abundan las fotografías en blanco y negro, sin desmerecer en absoluto el resultado final.

novembermag

Sin más rodeos ni dilación os dejo con estas sesiones fotográficas, espero que las disfrutéis tanto como yo lo he hecho.

Sigue leyendo

Brillante colección de Versace

Hace poquito me hacía eco de uno de los desfiles que acontecieron en la Valencia Fashion Week, me refiero al espectacular desfile de la firma Anillarte. Bien, hoy seguiremos con esta línea de desfiles, aprovechando que estamos en esa época donde las grandes marcas de la moda presentan sus nuevas propuestas para el próximo otoño/invierno. De entre todas las colecciones que he tenido la oportunidad de examinar (no puedo evitarlo, ya dije que me atrae el mundillo de la alta costura y la moda en general) en todas las grandes pasarelas (New York, París, Milán, Madrid, etc), hay algunas que me han llamado mucho la atención, como por ejemplo las propuestas de Maya Hansen (tengo debilidad por sus corsés), las botas altas que resaltaban sobre todo en el desfile de Emilio Pucci (y en menor grado en el de Ralph Rucci)  y las numerosas propuestas de complementos de cuero, entre ellos guantes de estilo opera, de largas dimensiones, que por ejemplo combina perfectamente Donna Karan, Vera Wang, Mulberry o DSquared2, también el juego de texturas de Gucci, etc, etc…

Las propuestas y la variedad es enorme, pero si tuviera que resaltar un desfile entre todos, no tengo dudas, me quedo sin duda alguna con el último desfile de Versace de ropa «ready-to-wear» para la temporada de otoño/inverno 2013/2014.

versace-fw13

Sigue leyendo

Estrellas famosas cubiertas de latex, vinilo o cuero

Uno de los objetivos de este blog es y será mostrar ejemplos de influencia del fetichismo clásico y moderno en otros campos artísticos y en la industria del entretenimiento, encargada de producir y distribuir todo tipo de contenido «comercial»: películas de todo tipo, series de televisión, videoclips musicales, spots publicitarios, etc.

Dada la inmensiadad de referencias, que crece cada día sin parar, me tomaré esta tarea con calma, pero para empezar he encontrado un vídeo muy elaborado que ha compartido un usuario de la comunidad youtube. Desde aquí le envío mi enhorabuena, más de veinte minutos de cortes de vídeo y fotografías de mujeres famosas, entre ellas estrellas del cine y la música, que por gusto o por exigencias del guión lucen increíbles prendas fabricadas en materiales brillantes, tales como cuero, vinilo o látex.

P.D: ¿Habéis podido identificar a todas esas bellas mujeres y cada una de las películas que aparecen en este maravilloso vídeo?

Cómo empezó todo

Soy un hombre de 36 años, heterosexual y algo rarito, que actualmente vive en Palma de Mallorca (España), y que siente fascinación por ciertos fetiches. La imagen de una mujer (a ser posible con un físico que muestre curvas) vistiendo todo tipo de prendas de materiales brillantes, como el látex, la goma, el vinilo (pvc), la lycra, el cuero (y alguno más) es un deleite para todos mis sentidos. Me excitan tanto su olor (especialmente en el caso del latex), su tacto así como el efecto de luz que producen y como estos materiales se ajustan al cuerpo de la mujer. A parte de esta afición un tanto rara, tengo otras aficiones más “normales”: practicar deporte, la informática, los cómics (espacialmente el manga), la astronomía, la ciencia ficción, etc. Para compensar un poco, he de decir que me considero una persona honesta, discreta, tolerante y a la que le gusta conversar de cualquier tema. Digamos que exceptuando mi lado “oscuro”, soy una persona bastante “normal” y sociable.

Erotismo, fetichismo, ¿qué me pasa doctor?
Sí, técnicamente lo mío está catalogado como una parafilia (una de tantas miles que están documentadas). El fetichismo por este tipo de ropa es más habitual de lo que inicialmente me hubiese imaginado. Dentro de esta categoría, mi debilidad son los catsuits (trajes de gato) que cubren prácticamente todo el cuerpo de la mujer, dotándola de una segunda increíble piel brillante. En algunos casos, también suelo perder los papeles ante eso que se ha etiquetado como “heavy rubber” y que trata de llevar a otro nivel el concepto de “total enclosure”; su traducción sería algo parecido a cubrir el cuerpo completamente con prendas de latex: catsuits, máscaras, guantes, botas o zapatos (todavía no he dicho que también me encantan los tacones). Muchas personas asocian este tipo de ropa con el sadomasoquismo o cosas parecidas (BDSM en general). En cierto modo no les falta razón, por Internet podemos encontrar muchas páginas que muestran esta relación. Yo no me considero sadomasoquista, aunque bien es cierto que no lo he practicado y además no puedo negar que la asociación de estos fetiches con técnicas de bondage light me ponen a cien. Dicho esto y aunque suene a obviedad, respeto todos los gustos y todos los tipos de sexo, siempre y cuando haya respeto y consentimiento mútuo.

¿Desde cuándo me siento un bicho raro?
Bufff,… yo diría que desde muy pequeño siempre he sentido fascinación por este tipo de prendas: chicas que vestían trajes de cuero de motociclistas, o embutidas en trajes de submarinista de neopreno, o con trajes de lycra bien ajustados, o desfiles de moda de invierno donde aparecían lindas modelos con prendas de cuero, etc. La gran mayoría de esos impactos visuales llegaron sobre todo a través de la televisión. Mientras tanto, pasaban los años y yo me dedicaba a estudiar, hacer algo de deporte y a devorar tebeos y cómics, especialmente aquellos que relataban las aventuras de heroínas, mujeres fuertes, bellas, un poco perversas, con mucha curvas y vestidas con trajes muy ajustados. Cuando llegué a la edad de 15 años, sabía que era algo raro, que era diferente, ya que empezaba a tener fantasías donde predominaban la figura de una mujer y este tipo de prendas de vestir. Pero nunca comenté con nadie este tipo de fascinación que sentía, en parte debido a mi gran timidez.

Descubrimiento de un hecho insólito.
Sí, pasaron más años y en mi cabeza no paraban de chocar pensamientos contradictorios, ya que una parte de mi creía que tenía una enfermedad mental o algún tipo de problema sexual serio. No sabía nada de este mundillo, desconocía si era un caso único (aunque a mis oídos llegaban ciertas historias de prácticas sexuales supuestamente aberrantes, como el BDSM). Pero a pesar de ello, no podía negar esa fuerza interior que se desataba en algunas ocasiones y esa excitación que se activaba cada vez que pasaban por mis ojos ciertas imágenes. Por ejemplo, partiendo del hecho que de pequeño me encantaban los cómics de superhéroes (y superheroínas), debo resaltar que una de las figuras que más me fascinó en mi niñez fue la de catwoman, en la serie de Batman & Robin (interpretada por Julie Newmar). Aunque, realmente donde ya me enamoré perdidamente de este personaje fue en la película “Batman Returns”, con esa brutal versión de catwoman interpretada (magistralmente) por Michelle Pfeiffer.

Durante esos años, camino de la mayoría de edad y abondono de la pubertad, fui recopilando en vídeo todo tipo de grabaciones que incluían bonitas mujeres y alguno de mis fetiches. El hecho de utilizar este material para masturbarme (antes que el clásico material pornográfico que utilizaban mis vecinos) , aumentaba mis sensaciones de “soy un bicho raro”. También debo reconocer que esa sensación de soledad, pensar que nadie más podía compartir este tipo de fantasía, me provocaba algo de tristeza y malestar. Pero no tardé mucho tiempo en descubrir lo equivocado que estaba. No olvidaré ese momento nunca , tenía 23 añitos y hacía poco que me había quedado prendado de una carátula de una película porno que había visto en una página de publicidad. La película era “LATEX”, del director Michael Ninn. En esa carátula aparecía una hermosa mujer embutida en un catsuit de latex negro. Hacía apenas un año que había descubierto Internet, pero ya intuía que ofrecía grandes posibilidades. Así que un día de 1996 se me ocurrió la idea de buscar más información de esta película, a través de uno de los buscadores que más sonaban en aquella época, Altavista. Literalmente, me quedé alucinado porque había mucha más información de la que esperaba. Descubrí una serie de páginas web que contenían varias imágenes muy impactantes para mí. A su vez, estas páginas disponían de enlaces a más páginas relacionadas con este tipo de prendas. Incluso, me enteré que existían una serie de revistas dedicadas a estos fetiches como MARQUIS o SKIN TWO, e incluso alguna que otra tienda especializada en la confección de este tipo de prendas. El cúmulo de sensaciones fue desbordante, por un lado estaba totalmente sorprendido por los contenidos que mostraban esas páginas y, por otro lado, debo reconocer que me sentí un poquito menos raro, un poco menos sólo.

En el presente actual, ¿qué tal sigo?
En fin, que voy a decir, cualquiera que comparta en cierto grado mis parafilias, sabe el empuje tremendo que ha tenido en la última década ese movimiento que se denomina “fetish scene” e incluso ha podido comprobar como este tipo de prendas y materiales se han introducido en multitud de escenarios culturales, desde los desfiles de alta costura hasta numerosos videoclips musicales de popstars (desde Madonna hasta las increíbles Lady Gaga o Katy Perry). En España todavía llevamos algo de retraso, pero no creo que tardemos en recuperar el terreno perdido.

Si has llegado hasta aquí, sólo me cabe darte las gracias y en caso de que compartas algo de lo aquí expuesto, espero que al menos hayas entendido que “no estás sólo”.

Carpe diem.